Lo que vimos

No, no se trata de ningún vertedero ni nada por el estilo. Se trata de una playa teóricamente ubicada en una “reserva de la biosfera”, o así anunciaba el cartel que llevaba hasta ella.

Esto es solo una pequeña muestra de lo que allí se puede encontrar y no es ningún “montaje fotográfico”. Terrible ¿verdad? Y más teniendo en cuenta de que es una playa donde las tortugas van a desovar. Y lo hacen en medio de desperdicios dejados por los “humanos”.

Y, lo peor de todo, no es que esta playa cercana a Tulúm (México) sea un caso único, sino que seguramente habréis visto muchas más en este estado. ¿Qué estamos haciendo? ¿Hasta qué punto el hombre está destruyendo su propio entorno? ¿Qué dejaremos como legado a próximas generaciones?

Supongo que ya os podréis figurar nuestra consternación ante semejante “espectáculo”. Las sensaciones de rabia y de impotencia. Andamos por un largo trecho, entre escombros y maravillosas huellas de tortugas. Y así por largo tiempo, casi sin mediar palabra, solo observando y extrayendo nuestras propias conclusiones.

Al final, casi en el momento de irnos, varias aves cruzaron el cielo. Entre ellas un pelícano que se posó en un árbol cercano a la playa y de allí partió la idea de que no todo perdido, pues él, al igual que las tortugas seguían acudiendo a ella. Ya fuera por costumbre o por no tener otro lugar ¿mejor? al que acudir. De que, como mínimo debíamos denunciar estar barbarie ya fuera ante las autoridades y ¿por qué no?, a través de un blog. Utilizar estos medios como “armas” para defender un patrimonio: la Tierra, que no pertenece solo al hombre. Nosotros aquí solo estamos por breve tiempo y nuestro deber, como “inquilinos” de la misma es cuidarla y respetarla.