miércoles, 11 de marzo de 2009

Educadores de perros-guía


¿Qué hay que hacer para ser educador de un cachorro de perro guía de la Fundación ONCE del Perro Guía (FOPG)?
Joaquín un educador de perro-guia lo explica:

“Mi pareja, Montse, y yo queríamos tener un perro, pero por nuestro trabajo (Montse es educadora social en Rivas y Joaquín es astrofísico aunque trabaja en el departamento de Informática del Barclays Bank) y nuestro tipo de vida no podíamos darle toda la atención y el cariño que se merece un perro. Sin embargo, descubrimos esta opción gracias a Sagra, una amiga de la familia. Nos informamos en la FOPG".

Lo bueno es que podemos llevarnos a Haidra al trabajo y como se porta perfectamente, no ha habido ningún problema nunca.
Los requisitos por los que pasó Joaquín para llegar a ser educador fueron que tenía que vivir en la Comunidad de Madrid o localidades limítrofes.

Además, debía disponer de vehículo y tiempo libre para traer al cachorro a la escuela cuando fuese requerido para ello, bien por temas veterinarios o educativos, teniendo en cuenta que el horario de la Fundación es por la mañana de lunes a viernes. Además, no podría dejar el perro sólo más de dos horas diarias.

Cuando Joaquín verificó que cumplía estas condiciones , rellenó un formulario en el que se le preguntaba, entre otras cosas, si tenía carné de conducir, vehículo propio y la posibilidad de llevar al cachorro al trabajo. Preguntó y le dieron permiso para que llevase el cachorro a la oficina (como se puede observar en la foto).

A continuación, tras una entrevista telefónica, se realizó una primera visita a su domicilio. En ella se valoró el número de miembros de la familia, la disponibilidad, la localización (la pareja vive en el centro de Madrid)... Cuando fue aprobada su solicitud fueron citados para una entrevista, ya en la escuela, en la que se les entregó a Haidra, cuando tenía unos dos meses de edad, junto con todo el material técnico necesario para su educación.

Haidra, propiedad de la FOPG

Tanto Joaquín, como Montse o Sagra, "son sólo educadores de Haidra; el propietario del cachorro es la ONCE. Por eso, es esta asociación quien paga todas las necesidades del perro: veterinario, comida, lugar de vacaciones...".

El proceso de aprendizaje de un cachorro termina con doce o trece meses, aunque luego le esperan otros tres años.

A cambio de que la ONCE cubra todas las necesidades del animal, Joaquín, Montse y Sagra dedican todos sus esfuerzos a educar al cachorro. "Podemos llevar a Haidra a nuestro trabajo para que, de esta forma, consigamos que distinga cuándo está jugando de cuándo no.

Por ejemplo, tenemos que enseñarle que no puede hacer sus necesidades en cualquier sitio, no se le puede tirar una pelota en muchos casos para que no se confunda. Tiene que andar por el lado izquierdo. Además, tenemos que intentar quitarle los miedos que pueda tener. Por ejemplo, cuando íbamos en metro tenía miedo de las escaleras mecánicas. Sin embargo, a través del truco de darle un premio, un trozo de comida, conseguimos que no se bloquease con esta barrera", dice Joaquín.

"Siempre que lo necesitemos, Haidra tendrá que ir al centro, para hacerle las revisiones pertinentes. En el caso de que hubiese alguna duda, a cada cuidador le corresponde un tutor (a Haidra le corresponde Ana Járabo) que, a su vez, se encarga de más educadores que tienen a su cargo cachorros de perro guía.

Cuando Haidra termine el proceso de aprendizaje, que suele ser con doce o trece meses, volverá al centro para que empiece su verdadera educación como perro guía. "Haidra casi va a cumplir once meses por lo que queda poco para que la devolvamos a la ONCE", dice Joaquín.
A continuación, Haidra estará unos seis u ocho meses más aprendiendo para ser un verdadero perro guía. Se graduará con 20 meses de edad y finalmente un invidente de la ONCE podrá disfrutar de su compañía. Mientras, la familia que está cuidando a Haidra podrá verla cuando quieran, siempre que pidan permiso antes a la FOPG.


*La O.N.C.E es la Organización Nacional de Ciegos de España.

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